En nuestra ruta de Bogotá a Cali, nos detuvimos en Popayán, una parada obligatoria en esta zona del país.
Cuando vas a Popayán y quieres explorar sus alrededores, seguro que oirás hablar del pueblo de Silvia y su famoso “mercado indígena”.
Muchos turistas, sobretodo extranjeros, hacen el viaje de ida y vuelta los martes para conocer este mercado, en el que se puede observar a los indígenas luciendo sus hermosos trajes tradicionales que llaman tanto la atención. Se llevan algunas fotos, pero la mayoría no se queda, la mayoría no se interesa en saber dónde está, en descubrir Silvia y aprender más sobre este pueblo, su gente y su comunidad indígena misak (más conocidos popularmente como Guambianos).
Constatando esta problemática, Viviana, una joven Misak, y su compañero Víctor, decidieron crear una agencia local para recibir a los viajeros y dar a conocer la cultura y las tradiciones misak de Silvia. Tuvimos la oportunidad de pasar dos días con Viviana y Victor, en una inmersión cultural, un momento único que nunca olvidaremos y aquí les contamos la experiencia.
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Información general Silvia, cauca
- Apodo : La Suiza de América
- Año de fundación : 1562
- Gentilicio: Silvianos
- Región : Andina
- Departemento : Cauca
- Habitantes : 4 200 hab en el casco urbano. (32 000 en el territorio)
- Altitud : 2620m
- Clima : frío y humedo
- Temperatura media : 13 °C
- Epoca de lluvias : octubre, noviembre, diciembre
Silvia, pueblo tranquilo del Cauca
Inmersión cultural
Hay que confesar que nosotros también conocíamos Silvia principalmente por mercado. Un mercado cuyas fotos habíamos visto en internet y desde hace rato teníamos ganas de ir. Luego, como siempre, investigamos un poco más y descubrimos el proyecto de turismo comunitario de Viviana, una joven indígena Misak. Así que la contactamos sin tardar para poder conocer Silvia de su mano.
Silvia es un pueblo situado a 50 km al norte de Popayán, enclavado en el corazón de un valle montañoso al pie del Páramo de las Delicias y del Páramo de las Moras. Llegamos muy fácilmente en bus desde Popayán.
Según los registros de la colonización, el pueblo se llamaba “Guambía” anteriormente y no fue sino a mediados del siglo XIX que las autoridades de la época decidieron rebautizarlo como Silvia.
Conocíamos a los indígenas de Silvia como “Guambianos”, pero Viviana no tardó en explicarnos que Guambía era el nombre que los indígenas misak daban a su territorio, a su tierra. Por eso hay tanta confusión sobre el nombre dado a la comunidad Misak.
Silvia tiene la particularidad de ser un municipio donde el 80% de la población es indígena. Hay seis reservas indígenas en el territorio: Ambaló, Kizgó, Quichaya, Tumburao, Pitayó, Guambía y el cabildo de La Gaitana. El 20% restante es una población “mestiza y campesina”.
Es martes y es día de mercado. El día en que más turistas vienen a Silvia. Esto podría ser bueno para el pueblo, por supuesto, pero Viviana nos explica que también es un problema: la mayoría de los viajeros acuden al mercado en grupos organizados, hacen fotos y se van sin comprar nada a los locales. “Ni siquiera una botella de agua, porque traen todo lo que necesitan”, nos dice Viviana. Se van sin saber nada del pueblo, de su población, o su cultura…
Por ello, Viviana decidió proponer una forma diferente de descubrir Silvia y la cultura Misak, ¡y eso es exactamente lo que queríamos nosotros.
El mercado de Silvia
Qué hacer en Silvia
Todos las guías turísticas presentan el mercado de Silvia como “el mercado indígena” o como “mercado azul”, haciendo referencia a los trajes tradicionales que visten los indígenas Misak.
Para Viviana esto es muy reductor. Pues el mercado acoge a todos los campesinos locales ya sean indígenas o no. Si bien es cierto que 80 % de la población local es indígena, en el mercado cohabitan todos los productores locales. Para Viviana el mercado de Silvia es mas bien un “mercado de colores” y con toda la razón.
La plaza de mercado esta situada cerca al parque principal de Silvia, el mercado está dividido en diferentes zonas “temáticas”: frutas, verduras, dulces, panes, productos secos, artesanía, ferretería, carne e incluso una zona reservada sólo para víceras y carcasas del ganado. Esto viene de una tradición de “no desperdiciar nada” y también permite comprar pedazos más baratos. Hoy en día, la zona es menos popular que antes…
Pero lo que más se ve el mercado de Silvia son las papas, las cebollas y las fresas, que representa la mayor parte de la producción local. No puedes irte de Silvia sin probar sus famosas fresas con crema!
El mercado de Silvia es un mercado colorido y hermoso en el que, por supuesto, es imposible resistirse a fijar imágenes en la cámara. Pero no dejes que eso te impida :
- Perdir permiso para fotografiar a la gente ( ir al mercado acompañados de un local facilita la cosa… )
- Comprar algo para participar en la economía local. Hay muchas cosas que puedes probar.
Inmersión cultural Misak en Silvia
Turismo comunitario
Como te habrás dado cuenta, nosotros conocimos Silvia de la mano de Viviana, una joven Misak que propone una inmersión cultural en su pueblo y comunidad natal. Una forma distinta de descubrir el pueblo.
Viviana nos acompañó durante estos dos días con toda su buena energía y su pasión por su cultura. Tuvimos largas conversaciones sobre la cultura Misak, su forma de ver el mundo, los retos que tienen hoy en día para salvaguardar su cultura, etc. Aprendimos muchísimo.
Su mensaje es claro, la idea no es folclorizar la cultura Misak, sino compartir su esencia para darla a conocer y mantenerla viva.
También es un proyecto turístico que pretende integrar a un máximo de personas de la comunidad. “Fue cuando nos dimos cuenta de los problemas relacionados con los turistas que vienen sólo a ver el mercado los martes cuando decidimos defender que Silvia es mucho más que su mercado”
Luego de recorrer el mercado de colores, fuimos a tomar un colectivo para ir a visitar diferentes lugares emblemáticos de Silvia.
vivir esta expericia
Si tu también quieres vivir esta linda experiencia conociendo más profundamente la cultura Misak con Viviana, puedes contactarla directamente gracias al formulario de contacto al final del artículo.
El Hospital Mama Dominga y la farmacia indígena
Llegamos frente a lo que Viviana orgullosamente nos presenta como el primer y ¡único hospital indígena de Colombia! Es claramente un orgullo local y entendemos por qué. Demuestra lo organizada y poderosa que es esta comunidad Misak en su territorio.
El hospital ofrece una combinación de medicina “moderna” y tradicional. La comunidad también tiene su propio laboratorio de fabricación de medicamentos naturales y una farmacia abierta a los miembros de la comunidad.
Todos los medicamentos se elaboran allí a partir de plantas medicinales utilizadas tradicionalmente por la comunidad Misak. La idea es utilizar la tecnología moderna manteniendo la medicina tradicional.
El Yatul, el huerto Misak
Seguimos el camino por los alrededores de Silvia, rodeados de las montañas. El paisaje es hermoso y la tranquilidad que se respira es increíble. Al parecer, es por estos paisajes que a Silvia se le llama “la Suiza de América”…. Es algo muy Colonbiano ponerle sobrenombres a todo, pero desde nuestro punto de vista la comparación es un poco pretenciosa : Silvia es Silvia. Y Suiza es Suiza… jejeje
Llegamos frente al proyecto del jardín botánico que es una especie de Yatul comunitario. Yatul es el nombre que los Misak le dan a la huerta. Es una tradición que se ha ido perdiendo poco a poco, sobre todo por la falta de tierras. Este proyecto cooperativo ha sido asumido recientemente por Wilmar, un joven indígena apasionado, y que pretende recuperar los conocimientos ancestrales de la cultura misak.
El lugar es precioso y tiene una energía especial. Wilmar nos recibe con una gran sonrisa y nos invita a hacer un ritual de armonización antes de entrar al “Tulampi Ya”, la casa tradicional de pensamiento y reflexión. Nos sentamos alrededor del fuego para participar un momento de palabreo. El fuego tiene un papel central en la cultura misak, como símbolo de vida, de calor, de alimento. Además es el lugar en torno al cual la familia y la comunidad se reúnen para hablar, intercambiar, tomar desiciones.
Durante este momento de palabreo con Wilmar intercambiamos mucho sobre la cultura Misak, pero también sobre la nuestra… La emoción nos llena el corazón, nos sentimos privilegiados.
Wilmar nos cuenta que el confinamiento durante el Covid le cambió la vida. El estaba estudiando en Cali, viviendo una vida en la ciudad, lejos de Silvia y de la cultura Misak. Durante el confinamiento volvió a su pueblo y allí tomó conciencia del valor de su cultura. Empezó a llevar de nuevo el traje tradicional y decidió tomar las riendas de este proyecto comunitario iniciado por su padre hace ya algún tiempo y darle un nuevo impulso.
Después del palabreo, damos un paseo por el huerto, construido en espiral, según el modelo del sombrero tradicional y el pensamiento Misak del ciclo de la vida.
El jardín botánico es un magnífico proyecto que pretende preservar los valores de esta cultura ancestral, realizan una labor educativa con los niños del pueblo y en paralelo desarrollan una actividad turística para dar a conocer la cultura misak.
Nos vamos con el corazón alegre luego de este enriquecedor encuentro con Wilmar.
La casa Payán
Retomamos el camino y llegamos a la casa Payán: la casa comunitaria de la reserva indígena Misak de Silvia. Se trata de una casa de construcción tradicional que sirve de lugar de encuentro, pero también y sobre todo de escuela para enseñar a los niños misak su cultura y tradición.
Es un centro de interpretación para que los visitantes de silvia conozcan la historia del pueblo misak y su cosmogonía
La Casa Payán está construida en tres plantas, cada una de las cuales representa una dimensión específica para el pueblo misak. El primer piso representa el territorio, el segundo la autoridad y el tercero la espiritualidad.
Lo visitamos acompañados por un “Taita”, uno de los líderes espirituales de la comunidad, que nos habla de su cosmogonía, nos relata los orígenes del pueblo misak y cuáles son los fundamentos de su cultura.
El taita nos habla también de los diferentes rituales relacionados con los nacimientos, las bodas y los entierros. Una visita muy interesante.
Piurek, hijos del agua
La cosmogonía Misak presenta a este pueblo como los “hijos del agua”.
En el principio del mundo sólo vivían los espíritus de la naturaleza: Pishimisak, el espíritu femenino que descansa en la laguna Ñimbi y Kalim, el espíritu masculino, que descansa en la laguna de Piendamó.
De la unión entre las dos lagunas, fecundadas por el aroiris (arcoiris), nacieron un niño y una niña. Los dos niños fueron criados por Kalim y Pishimisak, los espíritus de la naturaleza, para formar finalmente la primera pareja Misak que dieron origen a su pueblo.
Disfrutar de Silvia y sus paisajes
Que hacer en Silvia
Ya viene cayendo la tarde, así que nos dirigimos tranquilamente a la casa de Viviana y Víctor, donde pasaremos la noche. Nos organizamos para la comida, habíamos comprado unas papitas en el mercado que completamos con un pollo asado y nos sentamos juntos en la cocina.
El intercambio continúa, hablamos de todo y de nada, no faltan temas. Viviana y Víctor, son dos personas a las que les gusta compartir, intercambiar opiniones. Víctor también es indígena, pero viene del departamento de Nariño. Así que las conversaciones son más que interesantes.
Al día siguiente, después de desayunar, salimos a dar un paseo hasta el mirador de Silvia, sin olvidarnos de parar a comer las famosas fresas con crema. El mirador esta en una iglesia situada en lo alto del pueblo y es en realidad una propiedad privada, sorprendente. Desde allí se tiene una bonita vista hacia las montañas.
Continuamos el paseo matutino por la ladera de la montaña antes de volver al pueblo, ¡Es hora de hacer las maletas y seguir nuestra ruta hacia Cali. Decidimos almorzar juntos para prolongar este encuentro memorable esperando volver a vernos pronto… Y aquí estamos en el bus hacia Piendamó, para luego seguir hasta Cali, pero esa es otra historia que comienza…
caminatas en medio de la naturaleza
Viviana y Victor proponen otras opciones de visitas además de la inmersión cultural. También tienen recorridos y caminatas para disfrutar de las montañas de Silvia, por ejemplo caminatas para descubrir los páramos cercanos o paseos a caballo.
Así que ya saben que es posible quedarse varios días en Silvia sin aburrirse! Hay bastantes cosas por descubrir.
Conclusión
Inmersión cultural Misak en Silvia
Viviana y su compañero Víctor nos recibieron con los brazos abiertos en su casa y en su territorio. Compartieron con nosotros su visión del mundo, de la sociedad actual y este intercambio nos reafirma la importancia de defender y preservar los pueblos indígenas y su cultura.
La coherencia entre todo lo que vimos, oímos, la fuerza con la que el pueblo misak trata de mantener viva su cultura es impresionante y hermosa.
Nada es fácil, los problemas en la comunidad existen. Las iglesias evangélicas siguen introduciéndose en los territorios y las consecuencias son desastrozas para la cultura Misak. Los problemas de falta de tierra siguen siendo importantes y existen fuertes contradicciones entre la necesidad de poder trabajar la tierra y la necesidad de proteger los recursos naturales al mismo tiempo.
Sin embargo, los misak han conseguido salvaguardar su cultura y la lucha continúa en esta reapropiación de la identidad entre las generaciones más jóvenes.
Así que esta es más que una invitación a ir a este municipio y conocer más de cerca la cultura Misak que es bellísima y que tiene mucho que aportarnos como todos nuestros pueblos ancestrales.
Contactar a Viviana
Como llegar a Silvia
Desde Popayán
Desde el terminal de Popayán los buses salen todos los días y durante todo el día hacia Silvia.
- BUS | Popayán — Silvia (1h30)
- Precio: $10.000
- Compañía : Sotracauca
Desde Cali
Desde Cali, tendrás que tomar 2 buses diferentes. Primero un bus dirección Popayán que pare en Piendamó.
- BUS | Cali — Piendamó
- Precio : $30.000
- Compañías : Velotax
Desde Piendamó tendrás que preguntar por el bus que va a Silvia.
- BUS | Piendamó — Silvia
- Precio: $5.000
donde dormir en Silvia
Viviana también propone hospedaje en su casa en Silvia. El confort es básico, pero es una oportunidad para pasar más tiempo con ella y su compañero y prolongar esta inmersión cultural.
Por supuesto, son posibles otras soluciones de alojamiento más convencionales
Silvia
Posada
Posada turística Nakku
$0 a $100.000
Esta posada ofrece un alojamiento en una casa tradicional de Silvia. Precio mas que razonable con relación a los servicios que ofrece. El jardín con vista a las montañas es genial. Bien ubicado.
Hola pareja,
Me ha parecido genial vuestro reportaje sobre el proyecto de inmersión en Silvia.
Felicidades por dar a conocer esta parte del país que visitamos después de hacer periplo por su bella Colombia.
Mucho ánimo para seguir con esta labor divulgativa.
Atentamente
Pablo Lozano Ferrer (Teruel, España)
Hola Pablo,
Muchísimas gracias por tu comentario que nos llena de alegría y nos motiva a continuar este bello trabajo. Que lindo que hayan podido recorrer nuestro bello país.
Hola chicos.
Después de leerles, estoy super emocionada por mi viaje a Colombia que es en este mes. Pasare 4 días en Cartagena y 3 en Cali. sinceramente me sentía un poco decepcionada por comentario que he recibido…. después de leer todas sus experiencia estoy super emocionada el día 26 de este mes llegaremos a Cartagena. y de allí a Cali. Gracias por todas sus recomendaciones.
Hola Cristina, Gracias por tu mensaje! nos alegra motivarte a viajar por Colombia 🙂 No te preocupes por los comentarios, muchas veces provienen de personas que no conocen el país. Te va a encantar! Disfruta de tu viaje!